domingo, 28 de agosto de 2016

Proceso Independista de la Real Audiencia de Quito

La Audiencia y Cancillería Real de Quito (1563-1822) fue el más alto tribunal de la Corona española en los territorios de la Provincia o Presidencia de Quito, dentro del Virreinato del Perú, que después formaron parte del Virreinato de Nueva Granada.
El antiguo Gobierno de Quito de Gonzalo Pizarro, había ensanchado ya su territorio, hasta Cali y Popayán por el Norte; por el Sur hasta los desiertos de Piura; y por la cuenca del río Amazonas, la exploración de Gonzalo Pizarro, el descubrimiento y exploración del río Amazonas hasta el Atlántico por Francisco de Orellana, y las fundaciones en Yaguarzongo y Bracamoros, como los descubrimientos del alto río Marañón y al río Ucayali por Juan de Salinas y Loyola, dieron al antiguo Gobierno de Quito una extensión nueva en la cuenca del río Amazonas. Por estas razones, el 4 de julio de 1560 los quiteños pidieron al rey de España la creación de una Audiencia en la Gobernación de Quito.

El rey Felipe II, en la ciudad de Guadalajara el 29 de agosto de 1563, dictó una Real Cédula por el cual la Gobernación de Quito de Gonzalo Pizarro es elevada a una Audiencia Real y se le señala límites. Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1564.
La Real Audiencia de Quito se creó en razón del crecimiento demográfico, los requerimientos administrativos, las presiones sociales y el número de asientos y parroquias. En el año 1560 se solicitó al Monarca su creación y 3 años después, el 29 de Agosto de 1563 el Rey Felipe II firmo la Cédula Real.
La capital Quito luego de 26 años de ser fundada por los españoles solicito a la Corona Española (presidida por el Rey Felipe II) en el año 1560 la creación de una Real Audiencia. La creación de una Real Audiencia se solicitó para lograr una autonomía en relación al Virreinato de Perú, que después formaron parte del Virreinato de Nueva Granada.
Los españoles no le dieron mucha importancia durante su creación. El Rey Felipe II arrendaba la Presidencia de Quito a acaudalados ciudadanos peruanos. El presidente demoro en cumplir sus funciones 5 años después de ser designado dejando en evidencia el poco interés que se tenía por estas tierras. El primer presidente de la Real Audiencia fue Hernando de Santillán el 27 de septiembre de 1563.

sábado, 20 de agosto de 2016

Precursores de América Latina


Eugenio Espejo


Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo (Quito, Real Audiencia de Quito, actual Ecuador, 21 de febrero de 1747 - ibídem, 27 de diciembre de 1795) fue un prominente investigador, científico, médico, escritor,abogado, periodista, pensador, quiteño ideólogo, político y prócer de la independencia de Ecuador.
Según historiadores que defienden la historia de Espejo, le fue difícil abrirse paso dentro la sociedad colonial. Consiguió doctorarse en medicina en 1767 y poco después también en jurisprudencia y derecho canónico. Dentro la sociedad quiteña se convirtió en el eje de la vida cultural y propagador de ideas progresistas, con un considerable apoyo por parte de la aristocracia criolla. En 1779 publica su primera gran obra, El Nuevo Luciano de Quito una crítica fuerte a todos los problemas y deficiencias de la vida cultural en la Real Audiencia de Quito. Fue acusado de ser el autor de un texto que aplaudía el levantamiento de Túpac Amaru y Tupac Catari. Su activismo cultural acabó enfrentándolo a las autoridades, que lo procesaron en la capital del virreinato, Bogotá, pero este hecho contribuyó a aumentar aún más su prestigio; ya que salió libre de todo cargo.
Existe controversia sobre su origen, pues existen documentos que comprueban que el nombre familiar de Espejo, lo llevaba ya el padre de Eugenio, quiteño, e incluso su abuelo, español.3 Es más, la inscripción de nacimiento de Eugenio de Santa Cruz y Espejo, está dada como tal, y ubicada en el libro de blancos, hecho imposible de consumar para un indígena, por influyente que fuera, ya que el sistema de castas de la Colonia lo prohibía explícitamente.
También, podría existir evidencia que María Catalina Aldás Larraincar o Larrinzar, no era mulata, sino de origen español hecho del que se valieron sus padres para poder inscribirlo en uno de los más prestigiosos colegios de Quito "El Colegio de San Luis" para el efecto, María Catalina Aldás, presentó su partida de nacimiento.

Miguel Hidalgo y Castillo

Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor (Hacienda de Corralejoen Pénjamo, hoy en el estado de Guanajuato, 8 de mayo de 1753-Chihuahua, Chihuahua, 30 de julio de 1811) fue un sacerdote y revolucionario novohispano que destacó iniciando la primera etapa de la Guerra de Independencia de México con un acto conocido en la historiografía mexicana como Grito de Dolores. Dirigió militar y políticamente la primera parte del movimiento independentista, pero tras una serie de derrotas fue capturado el 21 de marzo de 1811 y llevado prisionero a la ciudad de Chihuahua, donde fue juzgado y fusilado el 30 de julio.






Antonio Nariño


Antonio Amador José de Nariño y Álvarez del Casal (Santa Fé de Bogotá, 9 de abril de 1765-Villa de Leyva, 13 de diciembre de 1823) fue un político y militar neogranadino de destacada actuación en los albores de la independencia del Virreinato de la Nueva Granada. Junto a Pedro Fermín de Vargas, Francisco de Miranda, José Cortés de Madariaga y Eugenio Espejo se le considera precursor de la emancipación de las colonias americanas del Imperio Español.
Del matrimonio contraído en Santa Fe, el 8 de septiembre de 1758 por Vicente de Nariño y Vásquez con la distinguida dama criolla Catalina Álvarez del Casal (nacida en 1739, Santafé) nacieron ocho hijos entre los cuales Antonio fue tercero. Por su cuna perteneció a ilustres e influyentes familias virreinales de inmediato origen español y lo adornaron cualidades de buen porte, simpatía personal, temperamento alegre y mente abierta a las novedades. Por un tiempo fue becario real en el Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé y a sus 16 años de edad, como abanderado de un batallón de milicias creado para contener a los comuneros de 1781, hubo de presenciar el terrible espectáculo del tormento y ejecución de José Antonio Galán y sus compañeros en la Plaza Mayor de Santafé. Su insaciable curiosidad intelectual lo llevó a acrecentar su biblioteca que, en buena parte heredada de su padre, llegó a contener de más de dos mil volúmenes lo que era una rareza y un privilegio en su época. Fascinado por el movimiento europeo de la «Ilustración» se convirtió en entusiasta propagador de esas ideas, fundando una tertulia en su casa que se llamó «El arcano sublime de la Filantropía».

miércoles, 10 de agosto de 2016

Pensamiento Independista

La lucha por su independencia de las colonias americanas en general, es decir, en ambos hemisferios y también en la región de El Caribe debe ser apreciada en su real magnitud como un capítulo de la lucha a escala universal por los derechos humanos, la justicia social y  la construcción  de la modernidad.
Un elemento propulsor de esa lucha fueron  innumerables  sublevaciones de indígenas, esclavos, campesinos, etc., que se produjeron en toda América antes del proceso independentista, cuyas  expresiones superiores fueron Bolívar, San Martín, O’Higgins, Artigas, Hidalgo, Morelos,  Martí, etc., acompañados por miles de criollos, mestizos, negros, indios, en la lucha no solo por la independencia política, sino también por sus derechos y por  la justicia social.
Los procesos independentistas de América Latina se vieron obligados a afrontar en las nuevas circunstancias históricas algunos requerimientos y demandas de derechos  y  justicia social  que no eran   tan evidentes y necesarias al inicio del mismo.
En los momentos actuales, después de dos siglos de relativa independencia política, pero no tan segura independencia económica es necesario estudiar y revitalizar los elementos más valiosos del pensamiento independentista que se planteó junto a las reivindicaciones de justicia social y defensa de los derechos humanos  la necesidad imperiosa de la integración latinoamericana.
Palabras claves: pensamiento independentista latinoamericano, democracia, derechos humanos, justicia social.
El proceso de lucha por su independencia de las colonias americanas en general, es decir, en ambos hemisferios y también en la región de El Caribe debe ser apreciado en su real magnitud como un capítulo de la lucha a escala universal por los derechos humanos, la justicia social y  la construcción  de la modernidad, independientemente del hecho que la mayoría de los países liberados de sus respectivos yugos coloniales participasen en ese festín solo recogiendo migajas en el patio, como sugiriese Octavio Paz.
Es evidente que Estados Unidos de América y Canadá lograron de un modo diferente involucrarse de una manera más efectiva y beneficiosa al proceso promotor de dicha festividad. Algo diferente, pero no menos meritoria,  fue la participación de los pueblos latinoamericanos en esa labor pues, “si entendemos la emancipación como un proceso de realización en libertad  de la condición humana en, Nuestra América, vale entonces indagar sobre los avances que en ese sentido representaron hombres, mujeres y movimientos libertarios que a los largo y ancho del continente fueron construyendo en conjunto la posibilidad de un mundo diferente"
Aun cuando la modernidad en América Latina, más que pospuesta o retardada, resultó, a nuestro juicio malograda, no cabe la menor duda que aun así, junto al logro de la independencia en la mayoría de los países del área, se alcanzaron logros significativos en el proceso de humanización del hombre latinoamericano, por cuanto el tema de la conquista de sus derechos y del logro de su dignificación no fue simplemente una cuestión de eruditos intelectuales o de abogados, sino se revolucionarios que necesariamente tenían que operar en el campo de la política antes que en el del derecho, pues “no hay emancipación mientras no se enfrente y supere la alienación lo que en últimas remite al campo y la acción política más que jurídica”.
No es correcto ignorar, como elemento propulsor de los derechos humanos y la justicia social a escala universal,  el papel de innumerables  sublevaciones de indígenas, esclavos, campesinos, etc., que se produjeron en toda América antes del proceso independentista, como las sublevaciones de Tupac Amaru, Tupac Katari, Wilka en el Alto Perú, los comuneros liderados por Galán en la Nueva Granada, las insurrecciones en la Sierra Madre Oriental en México, así como la permanente y ancestral lucha de mapuches, pijaos y otros pueblos originarios que no se sometieron al conquistador o se enfrentaron con las armas a su poder.
Del mismo modo fueron expresiones de tales luchas por la justicia social los próceres de la independencia, como Miranda, Bolívar, San Martín, O’Higgins, Artigas, Hidalgo, Morelos,  Martí, etc., acompañados por miles de criollos, mestizos, negros, indios, en la lucha no solo por la independencia política, sino también por sus derechos y por  la justicia social. “Está claro que la problemática de los derechos humanos como una necesidad de la construcción social moderna surge de los cambios revolucionarios que le dan impulso definitivo a un  nuevo modo de organizar y concebir la sociedad”.

   

martes, 2 de agosto de 2016

Crisis Colonial

La idea era tener más control político sobre las colonias y aumentar los ingresos fiscales de la audiencia, para financiar a la corona, que atravesaba una serie de crisis económica. Se crearon más impuestos
Este libre comercio significo el fin definitivo de la industria textil que no podía competir con la calidad y el precio de las telas europeas. Mientras la sierra vivía una crisis y decadencia económica, la costa entraba en una etapa de prosperidad. Hubo numerosos levantamientos contra las reformas borbónicas
La expulsión de los jesuitas tubo muchos efectos en el diario vivir de las colonias; pero donde más efectos fue en el campo de la educación
Los independentistas ilustrados latinoamericanos
El pensamiento emancipador latinoamericano asume la necesidad de una libertad alcanzada y sostenida sobre la base del cultivo de las virtudes de los naturales de estas tierras, principios tales como la razón, el conocimiento, el respeto,  el sentido de la justicia social, l igualdad y la soberanía

Causas: 

1. Incremento del control por parte de la corona, que hacía que los criollos que tenían todo el poder político y económico estuvieran más vigilados.

2. Trabas al comercio, por el monopolio. Finalmente fue abolido por la colonia, pero los americanos vieron que ya no necesitaban a la metrópoli.

3. Complejo criollo, que quería todo el poder para sí sin compartirlo con los españoles.

4. La invasión de Napoleón a España, quebró el sistema legal de representación.

5. Las independencias se hicieron para garantizar el orden colonial.