miércoles, 10 de agosto de 2016

Pensamiento Independista

La lucha por su independencia de las colonias americanas en general, es decir, en ambos hemisferios y también en la región de El Caribe debe ser apreciada en su real magnitud como un capítulo de la lucha a escala universal por los derechos humanos, la justicia social y  la construcción  de la modernidad.
Un elemento propulsor de esa lucha fueron  innumerables  sublevaciones de indígenas, esclavos, campesinos, etc., que se produjeron en toda América antes del proceso independentista, cuyas  expresiones superiores fueron Bolívar, San Martín, O’Higgins, Artigas, Hidalgo, Morelos,  Martí, etc., acompañados por miles de criollos, mestizos, negros, indios, en la lucha no solo por la independencia política, sino también por sus derechos y por  la justicia social.
Los procesos independentistas de América Latina se vieron obligados a afrontar en las nuevas circunstancias históricas algunos requerimientos y demandas de derechos  y  justicia social  que no eran   tan evidentes y necesarias al inicio del mismo.
En los momentos actuales, después de dos siglos de relativa independencia política, pero no tan segura independencia económica es necesario estudiar y revitalizar los elementos más valiosos del pensamiento independentista que se planteó junto a las reivindicaciones de justicia social y defensa de los derechos humanos  la necesidad imperiosa de la integración latinoamericana.
Palabras claves: pensamiento independentista latinoamericano, democracia, derechos humanos, justicia social.
El proceso de lucha por su independencia de las colonias americanas en general, es decir, en ambos hemisferios y también en la región de El Caribe debe ser apreciado en su real magnitud como un capítulo de la lucha a escala universal por los derechos humanos, la justicia social y  la construcción  de la modernidad, independientemente del hecho que la mayoría de los países liberados de sus respectivos yugos coloniales participasen en ese festín solo recogiendo migajas en el patio, como sugiriese Octavio Paz.
Es evidente que Estados Unidos de América y Canadá lograron de un modo diferente involucrarse de una manera más efectiva y beneficiosa al proceso promotor de dicha festividad. Algo diferente, pero no menos meritoria,  fue la participación de los pueblos latinoamericanos en esa labor pues, “si entendemos la emancipación como un proceso de realización en libertad  de la condición humana en, Nuestra América, vale entonces indagar sobre los avances que en ese sentido representaron hombres, mujeres y movimientos libertarios que a los largo y ancho del continente fueron construyendo en conjunto la posibilidad de un mundo diferente"
Aun cuando la modernidad en América Latina, más que pospuesta o retardada, resultó, a nuestro juicio malograda, no cabe la menor duda que aun así, junto al logro de la independencia en la mayoría de los países del área, se alcanzaron logros significativos en el proceso de humanización del hombre latinoamericano, por cuanto el tema de la conquista de sus derechos y del logro de su dignificación no fue simplemente una cuestión de eruditos intelectuales o de abogados, sino se revolucionarios que necesariamente tenían que operar en el campo de la política antes que en el del derecho, pues “no hay emancipación mientras no se enfrente y supere la alienación lo que en últimas remite al campo y la acción política más que jurídica”.
No es correcto ignorar, como elemento propulsor de los derechos humanos y la justicia social a escala universal,  el papel de innumerables  sublevaciones de indígenas, esclavos, campesinos, etc., que se produjeron en toda América antes del proceso independentista, como las sublevaciones de Tupac Amaru, Tupac Katari, Wilka en el Alto Perú, los comuneros liderados por Galán en la Nueva Granada, las insurrecciones en la Sierra Madre Oriental en México, así como la permanente y ancestral lucha de mapuches, pijaos y otros pueblos originarios que no se sometieron al conquistador o se enfrentaron con las armas a su poder.
Del mismo modo fueron expresiones de tales luchas por la justicia social los próceres de la independencia, como Miranda, Bolívar, San Martín, O’Higgins, Artigas, Hidalgo, Morelos,  Martí, etc., acompañados por miles de criollos, mestizos, negros, indios, en la lucha no solo por la independencia política, sino también por sus derechos y por  la justicia social. “Está claro que la problemática de los derechos humanos como una necesidad de la construcción social moderna surge de los cambios revolucionarios que le dan impulso definitivo a un  nuevo modo de organizar y concebir la sociedad”.

   

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